LA CUENTA REGRESIVA PARA MARCAR LA HISTORIA DEL TEATRO EN COLOMBIA

En días pasados recibí una llamada de un actor de la Sede de Bogotá, el cual quería conocer la decisión que la Compañía Teatro Vivo de Colombia, había tomado respecto a su continuidad en el proceso de creación de la “Habitación 501”, y por qué él me llamó: simplemente porque la dirección así se lo solicitó, debido a varios puntos a saber respecto al desempeño del actor y su relación con el teatro vivo: ¿Qué ha observado el equipo de dirección respecto al desempeño del actor? 1. Recurrencia en llegar tarde a los ensayos, 2. justificaciones en relación a su desarrollo artístico frente a su vida personal y 3. presentar dudas respecto a su continuidad en el proceso, basado en expectativas posteriores como, decidir si continúa en la Compañía cuando ya se abra el telón, momento en el cual él sabrá a ciencia cierta si este esquema teatral le gusta o no y reparos frente al maquillaje. Dudas que también se presentan en Popayán, a pesar de llevar tanto tiempo en la escena, muchos de nuestros actores dudan del nuevo proceso.

Para decir verdad, a mi me parece que las dudas y reflexiones que uno se hace como parte de un proceso son totalmente válidas, creo que en este punto de desarrollo del proyecto nacional, si yo fuese un actor que estoy en la academia en formación o si tengo menos de dos temporadas teatrales trabajadas en mi hoja de vida, estaría atravesando por un fuerte período de dudas respecto al trabajo de una Compañía tan nueva, pero, tengamos en cuenta que hacer industria teatral en Colombia, significa botar paradigmas generados desde la herencia teatral tradicional del país y también cambiar los anquilosados esquemas del teatro frontal, exclusivos del modelo de formación en universidades y academias de teatro tal vez del mundo. Si cambiamos la forma de hacer las artes, estaremos haciendo nuevas propuestas, pero el cambio se da desde adentro, practicando estrictamente nuestra Poética.

En Popayán, estamos dejando que se posesionen defectos que no nos convienen, esta temporada y los cambios en el proyecto no pueden justificar un retroceso, debe ser este momento un experiencia hacia el aprendizaje y el crecimiento individual y personal de cada uno de los artistas y los miembros del área administrativa. Yo no soy actor, no soy ni tan siquiera artista, mi cercanía con el arte la hice cuando era un pelao, estudiante de primaria y bachillerato en la música, en el conservatorio de la Universidad del Cauca, tocando el violín y haciendo pininos musicales colectivos con otros 40 muchachos todos tocando el instrumento que les correspondía, allí aprendí con el maestro José Tomás Illera, la importancia del respeto por el colectivo artístico, y lo fundamental de la puntualidad cuando se quiere hacer una obra artística que depende de muchos, creo que este paradigma no se debe cambiar, creo que esta sencilla máxima, es piedra angular en la construcción y desarrollo que ha tenido la Compañía hasta ahora, lo que si hay que cambiar son los pajazos mentales que para poder llegar tarde algunos se inventan como: no entendía a que horas era el ensayo, yo pensé que era a las… pero hasta ahora me entero que era a las…, que trancón tan hijueputa, en fin, palabras que no aportan elementos positivos sino falta de compromiso.


Los puntos dos y tres de esta reflexión hacen referencia a la vida profesional y como ésta está en función de la vida personal. Para empezar yo creo que debería ser al revés, porque parto de que el artista se hace por vocación y su lucha empieza desde muy joven cuando les cuenta a sus padres que quiere ser actor, es la primera de muchas batallas, la cual algunos ganan tomando fuerza de sus ímpetus juveniles, pero a medida que pasa el tiempo, las necesidades y expectativas hacen que las prioridades de vida se vayan transformando, y entonces empieza la dualidad entre ser artista o poder tener una vida económica. La máxima debería ser: en Colombia siendo actor hago una vida económica, esto lo podría decir yo creo Nórida Rodríguez, que medio vive de la actuación, pero Karina Fuertes, William Rodríguez, Rocío Dorado, Verónica Perilla, Kaala Matallana, ¿lo pueden decir?, todavía no.

¿Qué pasa entonces?, ¿será que estamos transitando el camino hacia la muerte económica? o ¿será que somos unos soñadores empedernidos que estamos planificando un fracaso?, pues no. En economía se dice que donde hay poca oferta hay una oportunidad de realización a través de conseguir una demanda efectiva. En Colombia no hay una industria teatral, sólo existen pequeños grupos y gestores del teatro que sostienen unas salas y un Ministerio de Cultura que más o menos apoya las dos gestiones, pero no hay conciencia del público en los grupos ni hay conciencia de negocio en los gestores. La Compañía Teatro de Colombia, ha trabajado viendo una visión distinta del arte en los dos frentes antes mencionados. Primero renegando del teatro frontal (fundamental), por tales motivos aparece el teatro vivo, y segundo buscando hacer de la industria teatral un negocio que le sirva a todos, al parecer la estrategia ha dado resultados, sin lugar a dudas hoy en día tenemos dos pines en nuestro bolsillo, uno, somos los únicos en Colombia con dos sedes, como lo reconoció el Ministerio de Cultura en la reunión de salas concertadas en Cali el pasado 1 de agosto y dos y sin lugar a dudas somos la Compañía de Teatro con mayor número de actores vinculados en el país (traducción, la Compañía más grande del país), bueno sin anotar nuestras extensas temporadas y los reconocimientos que Mauricio y yo hemos recibido, sin ahondar en otros detalles (no quiero caer en soberbia), con todo esto ya vamos ganados, pero para seguir ganando necesitamos un equipo unido a nosotros, sin lugar a dudas que piense igual que nosotros pensamos, sin taras y que su vida personal esté en función de su vida profesional, sólo de esta forma todo el equipo nacional podrá decir ser actor de teatro es sinónimo de realización económica.

Si tan pocas personas hemos logrado lo que hasta ahora tenemos, se imaginan cómo será la Compañía Teatro Vivo de Colombia, cuando todos dejemos la crítica y las justificaciones y pensemos de verdad que podemos ser la Compañía más grande del mundo y aportemos a ello, si en 5 años ya somos la más grande del país, y con público fiel, ¿cómo estaremos en cinco años más?, pues creo que mucho, pero muchisísimo mejor, pero todavía hay personas dentro de nuestra organización que les puede su vida personal, y no viven para el arte, allí está el mayor peso de nuestra Compañía, carga muerta, pesada que no es fácil de llevar, por eso le digo a nuestro “Santo Tomás”, (a los actores que dudan, que aún esperan ver “más” para creer) que si va a creer lo haga ahora, porque en el arte en Colombia, hay muchos momentos que no se viven por vista sino por fe. Y creemos en una vida económica en el arte, por eso luchamos día a día por ser mejores y hacer las cosas en total búsqueda de la perfección, para poder ser más acertados en nuestras decisiones.

La situación para la Compañía Teatro de Colombia es compleja, invitamos a todos los que hacen parte de este sueño a seguir adelante, el proceso ha sido tortuoso, todos sentimos que ya no damos más, largas jornadas de ensayos, retos de producción que superan nuestras capacidades mentales en las dos sedes, sé que algunas veces quisiéramos salir corriendo, como lo hacen los personajes de los dibujos animados, que sólo dejan el polvero cuando desaparecen corriendo en zig-zag, pero hacerlo ahora y no coronar, sería un absurdo.

Finalmente invito a todo el equipo nacional a cumplir el sueño de la escena, a estrenar dos obras al tiempo a pesar de todo lo que pueda pasar, La Habitación 501 en Bogotá y Las Criadas en Popayán, las dos muchas veces aplazadas, las dos paridas en un largo trabajo de parto, pero ahora es cuando la unimente debe hacer alarde de su existencia, en momentos así es cuando reconocemos que es mejor estar unidos que dar rienda suelta a las diferencias. En Bogotá, el día esperado se acerca a pesar de los retrasos en los procesos, abriguémonos todos ahora alrededor de este sueño y cuando se abra la puerta de la Fundación Bartolomé y entren los miembros de la FIN, se marcará la historia del teatro en Colombia, dos sedes y la Compañía más grande de Colombia en acción, a todos les demostraremos con hechos que los sueños si se pueden realizar.

Orlando Bautista Vidal
Productor General
Compañía Teatro Vivo de Colombia

10 comentarios:

  1. Me encantan tus palabras, siempre había pensado que hasta no ver no creer, pero la compañía ha ejercido en mi tal poder de atracción que ahora tengo fe, creo. Creo que estamos a punto de lógralo, creo que el nombre de la compañía se va a escuchar más allá de las fronteras, creo que voy a vivir económicamente de lo que me hace vivir emocionalmente, creo que mi sueño y el muchos se va a hacer realidad. Invito a los miembros de la Habitación 501 a no desfallecer, se que estamos cansados, que cada uno tiene inconvenientes que superar; pero no olvidemos, que como ese día que hicimos la pirámide, si una pieza falta hay que reorganizar toda la gran estructura, si estamos aquí es porque podemos, démonos la mano, apoyémonos los unos con los otros, dejemos que la Habitación 501 nazca y crezca.

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  2. Esas palabras de nuestro productor me transportan a los inicios de la organización, cuando apenas éramos un grupo más de Popayán y recibíamos los talleres en diferentes lugares como: colegios, salones comunales, espacios abiertos y agrestes que nos ayudaron a formar en el pensamiento de esos GUERREROS DEL ARTE...Quien diría que todas esas experiencias enrriquecerían tanto este proyecto que se parió y empezó gateando en una antigûa provincia de Colombia y que hoy día da sus primeros pasos en la capital. Hoy a pesar de los obstáculos, de los tropezones en el camino que nos hacen sacudir para continuar, doy gracias al destino, como diría Guillerma Buenaventura, por haberme permitido llegar a ese lugar a escuchar a dos locos soñadores que unos meses después depositaron toda su confianza en mí y me permitieron empezar a soñar con ellos, en esto que para mí era sólo una ilusión perdida... pues ya me había resignado a trabajar en mi profesión, no ha VIVIR DE MI VOCACIÓN.....Hoy quiero reiterarles mi APOYO INCONDICIONAL en el proyecto de la Compañía Nacional. Yo empecé creyendo hace varios años, creyendo en ese rigor, en esa disciplina y en esa entrega que actualmente no sólo conocen los miembros de la Casa de Popayán sino también los de Bogotá....las dos tan anheladas sedes que hoy son una realidad...realidad de la que hago parte y de la que me gustaría hicieran parte todos los que no desfallecen, los que no se cansan y los que superan todos los inconvenientes, haciendo alusión a las palabras de apoyo de Verónica. Yo también quiero ver la propuesta crecer, porque estoy segura que ya nació....
    Gracias a las cabezas inteligentes de La Compañía por permitirme VIVIR del arte....

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  3. Quiero agradecer al productor sus palabras tan pertinentes en este momento; pues nos recuerda lo importante de nuestra misión con la Compañía; muchos han sido los que se han quedado en el camino; muchos los que han visto desde la barrera y pocos los que hemos estado metidos en el centro de la corrida... Ver crecer esta obra que resume el sueño de muchas personas es ahora un sueño que se hará realidad dentro de poco; vivimos una interesante coyuntura, pero como siempre el arte es el que determina si tengo lo necesario para dedicarme a ser artista creador... esta lectura nos da el último respiro antes de abrir las puertas de nuestra sede... necesitamos de mucha inteligencia para mantener los pies sobre la tierra cuando soñamos que ésto podía ser posible.

    Sólo gracias por creer.

    Mauricio

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  4. Me gusta volver a oir eso Orlando, hace tiempo que no lo oía y me hacía falta que tú nos dijeras eso. Es cierto, estamos a punto y a veces sentimos que la presión y el estrés acaba con nuestros sueños. Gracias porque estas palabras me recuerdan y me hacen sentir parte del sueño que ustedes construyeron un dia en La paz (Popayán). Pero también recordé los tantos momentos en que visto crecer la Compañía, ha sido difícil pero demuestra el trabajo realizado en éstos últimos 5 años.

    TODA LA COMPAÑÍA DEBERÍA REFLEXIONAR SOBRE LO QUE ORLANDO DICE... GRACIAS POR TUS PALABRAS NUNCA LAS VOY A OLVIDAR.

    FERNANDA

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  5. Por lo que veo alla en Bogota tambien se sintio la voz de aliento que manda Orlando a todos, es muy bonito ver que la distancia no es un obstaculo para seguir soñando, es verdad toda compañia tiene problemas pero no dejemos que esas falencias nos bajen el ego si no por el contrario que esa sea una razon mas para seguir creciendo

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  7. Como dice Rocio, estas palabras tambièn me transportan a ese octubre de casi seis años atràs cuando inicio todo esto.Y como Verònica la ilusiòn, el sueño, la fe, las ganas, estaban a flor de piel, es difìcil no sentirse identificado con las palabras de estos nuevos artìstas del arte vivo. Por eso jòvenes actores de bogotà los invito a luchar por esas ilusiones, esos sueños que los mueven a estar en el mundo del arte, no permitan que esa llama muera en algùn momento a pesar de las circunstancias. Por otra parte es cierto que de las coyunturas surgen cosas nuevas y transformadoras, y espero esta sea la antesala para lograr lo que siempre se ha querido de la CompañÌa. Que sea la màs grande del mundo.

    Las palabras de Orlando llenan a cada uno de nosotros de esperanza, de entusiasmo, quizà de sentimientos encontrados, porque no es fàcil afrontar un sistema o los sistemas que aunque no queramos nos coloca en un lugar y muchas veces como arena movediza sòlo nos deja una parte de nosotros para aportar o afrontar nuestras realidades.
    Sin embargo son esos mismos sistemas econòmicos, polìticos y culturales los que hacen posibles muchas cosas, entre esas la viabilidad de los objetivos, metas y de una u otra forma lo tangencial de nuestros sueños.

    Gracias por sus palabras Orlando, muchos èxitos para la Compañìa y La Habitaciòn 501.

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  10. siento que la compañía es como el órgano del corazón viéndolo desde “afuera”… muestran su ritmo en el palpitar que es constante y que ha ciertos estímulos pueden cambiar su dinámica y escucharse como un tambor del pacifico o llegar a ser una bandola de la India, mientras la sangre que mandan a ese corazón siga funcionando todo el organismo, su sangre es esa ideología que defienden a capa y espada, y así nos dan la fortaleza para respirar profundo abrir los ojos y ver el mundo ya conocido como algo nuevo.

    Tengo que admitir que aprendí hace algunos años a CREER para ver y son cosas que con el tiempo se me ha demostrado, lo que pasa es que no hay que poner limites de tiempo para comprobar que algo está, sino que hay es que estar en lo que se cree para que simplemente se transforme y se realice, siempre se harán las cosas ha medida que mi mente se fortalezca en la idea, la causa y el efecto; también para creer se necesitan dos cosas importantes : 1. es Accionar (hacer) y la 2. Encontrar (ser).

    Y saben qué…soy parte del organismo el cuál CREE en este corazón y que en algún momento me veo fusionado en él y realmente no solo sea un funcionamiento mecánico sino que también llegue a la organicidad de ser.
    “Me parece fascinante ser el corazón de un organismo”

    Orlando cuando miro en sus palabras escucho en mis pensamientos y me siento cual niña pequeña que se quiere parecer a sus padres (Mauricio y orlando), en este caso podría decir que tengo dos papás ya que las dos visiones me interesan y una mamá (Rocío) por la pasión y el verdadero estudio sobre el mundo humano. Por mantener una proyección del área artística tanto como legado ideológico y empresa, como una verdadera necesidad de ver el Arte no solo como un apARTE sino como VIDA, es decir una constante proyección de lo que somos con todo lo que significa eso.
    ¡Descubrir, apasionarse, aprender, desaprender, apropiarse en mi!.

    Por eso es bueno caer pero no desfallecer, la compañía lo demuestra con su proceso, ahora se imaginan todo lo que hay de aquí en adelante…

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Bienvendio a la Casa Teatro de Bogotá

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